lunes, 26 de octubre de 2009

En train de

Me sente del lado opuesto, quebrando un poquito la escena. Yo sabia que te habia gustado, pero me dijiste que no.
Habia entendido todo, en pocas palabras. Subido al tren, haciendome de los metros que nos distanciaran, seria mas justo todo.
O al menos un poco mas acertado, mas real. Te enojaste con vos, te libraste de culpas un ratito.
Me miraste irme, chica del tren. Me devolviste a donde estaba.

Hoy me subi al 8 otra vez, el tren habia quedado un poco lejos.
Habia que volver de Marte y la Luna, porque mi casa es la Tierra.

Llegue esta vez al fondo del colectivo, donde estaba ella, era la primera vez que me la encontraba en el camino de ida.
Creo que se enojo, ¿de verme? con suerte algo desgraciada estara ofendida de que no voy y le hablo.
Tercera es la vez que la encuentro.

La chica del colectivo, primero se llamo Martina, se me hacia parecida a una de ellas, la primera vez que la vi.
Yo estaba parado contra la ventana como me gusta hacer, y se le ocurrio pararse en frente.
Tiene unos lindos ojos celestes note en esa ocasion. Supuse tambien, jamas la volveria a ver.

La segunda vez, me estaba escapando de mis obligaciones, me iba a mi casa mas temprano de la facultad.
Llego, y se hizo, se produjo al lado mio, me sorprendi, eran los mismos ojos celestes. Creo que la debo haber gastado con cuanto la mire, y creo que por eso tambien se pudo haber enojado.
Me cruzo la mirada, y en diagonal, despertose un pasajero y se pusieron a hablar.
Habia vuelto a trabajar, habia vuelto al 8, me regocije estupidamente.
Ahora se llamaba Tamara, no me perdi ni un segundo de charla. Logicamente porque ademas y aun cuando conseguimos asiento ambos, quede entre medio de los locutores.
Note esta vez, una risa tan sincera y simpatica que destruia la seriedad casi de todos los presentes.

Esta fue la tercera, me fije si tenia auriculares puestos como es usual, queria interrumpir su viaje, hay que hacerle caso al destino.
No tuve espacio de hablarle, estaba lejos y por bajarse, quise que se bajara conmigo, pero no.
Yo creo que mientras miraba al vacio me miro, se acordo de mi.
Y por alguna razon la recuerdo perfecto cada vez, la veo instantaneamente, como esas personas que brillan en el mar de gente.
Me gusto esta ultima vuelta, en su peinado habia hecho una rasta que le sentaba bien.

Es iluso, soƱador, creer que va a leer, y que le pido por favor que no se enoje.

Que siga tomando el mismo colectivo. Que tenga algun dia, en la rutina gris, ganas de encontrarme.

No hay comentarios: